> Texto por Nina Kovensky
Últimamente
no se siente el cambio de luz, mucha ciudad.
En la oscuridad se nos presentan otros estados mentales
que de día.
Se activa la imaginación cuando no vemos.
La memoria pasa a ser un sentido más.
A la luz de lo esencial: en qué se convierten las noches?
Se acuerdan de las primeras noches de aislamiento?
Sintieron el silencio profundo de la oscuridad iluminada
por las luces de las calles desoladas?
Acaso fue la incertidumbre la que nos hizo detenernos a
escuchar? O el hecho de quedarnos a solas en nuestro entorno?
Nunca habíamos tenido la posibilidad de conocernos tanto.
Los cuerpos absorben el sonido, acolchonan.
Las criaturas de las pinturas no tienen huesos, se quedaron sin
vitamina D de Dana, que se asimila con el sol.
-Esta ciudad está muerta!!!- alguien aúlla desde un balcón y
reverbera en el vacío del cemento.
En cambio los reflejos, son ecos de lo que somos, pero no lo
que somos. Ni como nos sentimos,
nos devuelven una imagen invertida.
Algunas sustancias funcionan como espejo evasor, nos alientan
a transformarnos los rostros desde adentro para manifestar lo
que de día mantuvimos guardado y contenido, quien sabe tal
vez nacemos con un cuerpo y
como Pinocho nos toque aprender a convivir sin mentiras
hasta ganarnos un corazón real.
Vuelvo a la soledad máxima, y admiro a quienes logran sentirse
en compañía con ella y nombrarla, en el caso de Dana darle
forma paisajes a donde transportarse,
algunas veces más cerca de lo imaginable.
Hay quienes dicen que solo somos capaces de observar
lo que nos pasa adentro.
Les invito a reflejarse en las pinturas, para encontrarse y
Desconocerse durante Las Noches
En la oscuridad se nos presentan otros estados mentales
que de día.
Se activa la imaginación cuando no vemos.
La memoria pasa a ser un sentido más.
A la luz de lo esencial: en qué se convierten las noches?
Se acuerdan de las primeras noches de aislamiento?
Sintieron el silencio profundo de la oscuridad iluminada
por las luces de las calles desoladas?
Acaso fue la incertidumbre la que nos hizo detenernos a
escuchar? O el hecho de quedarnos a solas en nuestro entorno?
Nunca habíamos tenido la posibilidad de conocernos tanto.
Los cuerpos absorben el sonido, acolchonan.
Las criaturas de las pinturas no tienen huesos, se quedaron sin
vitamina D de Dana, que se asimila con el sol.
-Esta ciudad está muerta!!!- alguien aúlla desde un balcón y
reverbera en el vacío del cemento.
En cambio los reflejos, son ecos de lo que somos, pero no lo
que somos. Ni como nos sentimos,
nos devuelven una imagen invertida.
Algunas sustancias funcionan como espejo evasor, nos alientan
a transformarnos los rostros desde adentro para manifestar lo
que de día mantuvimos guardado y contenido, quien sabe tal
vez nacemos con un cuerpo y
como Pinocho nos toque aprender a convivir sin mentiras
hasta ganarnos un corazón real.
Vuelvo a la soledad máxima, y admiro a quienes logran sentirse
en compañía con ella y nombrarla, en el caso de Dana darle
forma paisajes a donde transportarse,
algunas veces más cerca de lo imaginable.
Hay quienes dicen que solo somos capaces de observar
lo que nos pasa adentro.
Les invito a reflejarse en las pinturas, para encontrarse y
Desconocerse durante Las Noches