> Texto de Larisa Zmud
Gigi es el nombre de la mamá de Caro. De ahí Gigi es el título de la muestra de pinturas que recorren la memoria de Caro-nena: un viaje que resultó ser un accidente en el cual su mamá murió.
Gigi es una visita a la memoria como ese lugar mutante, ese archivo-herramienta que en el presente nos sostiene y nos da forma, también nos transforma cada vez que volvemos a pasar por los recuerdos y los recreamos. A veces de maneras más conscientes, para alivianarnos, otras simplemente en uno de los juegos que la historia nos propone: nos narramos de formas nuevas, porque hemos cambiado tanto que recordamos las cosas de manera diferente.
Gigi (la muestra) son retazos visuales, pinturas con gestos infantiles, precisos, en cachos de papel y marcos de colores. Pinturas que parecen hechas por una niña de 10 años (la edad que tenía Caro cuando sucedió el accidente): otro juego de la historia que nunca fue planeado (aquel tampoco, como ninguno lo es).
Gigi (la muestra) es ese pintar y dibujar urgente, como quien escribe algo antes de que se le olvide, como esa necesidad de plasmarlo en algún lugar por fuera de la memoria para asegurarnos su existencia. Dibujar y pintar lo que se puede, como se puede, con lo que hay, como un ejercicio imposible de retener en la imagen algo de lo que se esfuma mientras sucede y solo sobrevive en la memoria mutante, y se transforma en materia móvil de nuestra sensibilidad.
Gigi (la madre) vuelve en esta muestra, y aquellos días tienen una nueva historia, la que comienza ahora, como cuando miramos el cielo y las nubes desde arriba por primera vez a través de la ventana de un avión.
Gigi (la muestra / la madre) es hermosa y sensible y cada pintura tierna y encarnada, revive un momento preciso pero también muchos momentos otros posibles.
Gigi es una muestra valiente, gigante e íntimamente histórica.
Larisa Zmud
enero 2021 (Pinamar) / abril 2021 (CABA)
enero 2021 (Pinamar) / abril 2021 (CABA)