CAMINANDO
Nora Dobarro
28 de junio al 03 de septiembre 2022



> Dobarro en Grasa


La actual exhibición de Nora Dobarro (1942), en la galería Grasa de Chacarita, es una apuesta que se debe enmarcar en un contexto mayor donde son varios los actores del mundo y el mercado del arte que se han interesado en rescatar y dar visibilidad a mujeres artistas que se han visto eclipsadas, por la obturación de su visibilidad por el sistema patriarcal, que hoy se encuentra en proceso de deconstrucción. A los casos de Norah Borges, Eugenia Crenocivh (Yente), Germaine Derbecq y María Martorell se suman los de Ana Sokol, Dignora Pastorello, Juana Butler y Minerva Daltoe que son sólo ejemplos entre muchos otros del lugar marginal que ocuparon y que hoy se encuentra en revisión por parte de nuevas miradas curatoriales que con actitud de espeleólogos indagan el pasado para completar caminos de un mapa inconcluso aportando elementos a una historia en (re)construcción. Si bien el caso de Dobarro se puede leer en esa clave su situación es diferente, porque nunca respondió al estereotipo y siempre se sintió par de sus colegas varones, con una actitud similar a la que es moneda corriente hoy en día, pero lo cierto es que no tiene la visibilidad correspondiente, como tampoco la tienen muchos de sus colegas varones por la inexorable zaranda del tiempo pese a la importancia y lugar que ocuparon en su momento. No es casual que uno pueda recordarla desde su taller de la calle Reconquista produciendo su obra y, a la vez, dando clases y estimulando relaciones sociales y profesionales que colaboraron en la gestación de la escena del arte a comienzos de los 90’. En esa encrucijada, donde todo estaba cambiando, fue la gestora de una muestra clave a comienzos de los 90´ en la galería MUN, antecedente de otras que se organizaron en esa época donde los artistas de otras generaciones, especialmente los 60´, tendieron un puente de mutua legitimación con los emergentes 90´ que estaban modificando prácticas y poéticas que parecían inamovibles. Especialmente Pablo Suárez, Roberto Jacoby y Tatato Benedit fueron actores centrales de esa alianza intergeneracional en la que Nora, aparte de ser la única mujer del grupo, era un afluente de las profundidades de los años 80 ́, que unía momentos claves de la historia del arte argentino reciente. Un estudio más profundo debería establecer hasta dónde esa muestra, “Uno sobre el otro'', fue punto de partida de importantes líneas de trabajo que marcaron muchas poéticas de la década. Poner en crisis el concepto de belleza que se estaba oficializando en el Rojas con “El manto final“ de Suárez, es un momento cumbre de la historia reciente. Los Fabulosos Nobodies, Jacoby y Kiwi Sainz presentaron la remera del SIDA, que es icónica. Fue, curiosamente, la última muestra de la carrera profesional de Agustín Inchausti, “el artista del Siglo XXI que no fue”, porque abandonó el arte en ese momento. Pienso en el reclinatorio de Kacero a Omar Schiliro marcando la escena en un gesto de homenaje. Los mundos de Harte y Gordin cruzando poéticas y un De Volder pre abstracto imposible de reconocer. Un dibujo sublime de Benedit de un paso cordillerano, y Nora con trabajos que anunciaban su tiempo cordobés en las sierras de Tanti, que como un escalón en el tiempo, se continúan hasta el presente con los meticulosas grafitos que se exhiben en esta oportunidad que, desde el encierro de la pandemia, dan cuenta de la necesidad del cuidado del medio ambiente. El contexto les da entidad a los artistas, y el de Nora siempre estuvo rodeado de grandes compañías, humanas y de la naturaleza. Se formó como artista y docente en la Belgrano y en la Pueyrredón, y su primera muestra se remonta a comienzos de los 80’. Fue actora ineludible de su tiempo; formó parte del legendario Grupo Babel, donde también era la única mujer y participó en muchas muestras colectivas e individuales; fue reconocida con premios y estuvo en todos los lugares donde una artista de su generación tuvo que estar. La última muestra la hizo en el Museo Caraffa de Córdoba en 2018. Sería imposible resumir en este texto su desarrollo como artista porque es amplio y no se detiene. Evolucionó siempre utilizando medios técnicos y soportes variados, desde el dibujo, la pintura en telas y maderas a la fotografía de lugares descubiertos que remiten a un concretismo espontáneo y puro, así como su impresión en chapas acanaladas que les brindan otra perspectiva. Artista, madre, docente, abuela, esposa y gestora nunca dejó de trabajar y reinventarse. Organizó residencias de artistas cuando estas todavía no existían con su actual formato, y nos ayudó a muchos a dar nuestros primeros pasos en este mundo, por lo que la lista de agradecimientos sería imposible de resumir. La actual muestra en Grasa es un ejemplo más de su capacidad para adaptarse y de seguir construyendo su historia. Sí Nora, a los 81, seguimos caminando…


Gustavo A. Bruzzone
Tribunales, Junio 2022

> Reseñas

Caminando, ramona, julio de 2022
Galería Grasa - Santos Dumont 3703 (CABA, Buenos Aires, Argentina) - info@galeriagrasa.com